La Pocilga /// Servicio de acompañamiento estratégico

 

Si el mejor maratonista de la historia necesita que tiren de él... ¿A dónde vas tú emprendiendo en solitario? 

 

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Eliud Kipchoge ha ganado 17 de los 20 maratones que ha corrido en su carrera y es el actual plusmarquista mundial con un tiempo de dos horas y un minuto. Además, es el único ser humano que ha conseguido completar la prueba de los 42 kilómetros en menos de dos horas.

Ahora fíjate en una cosa muy curiosa. Su récord personal está en una hora y 59 minutos, sin embargo no ha sido capaz de bajar de las dos horas y ocho minutos en unos Juegos Olímpicos.

Nueve minutazos de diferencia, poca broma.

Es más… A pesar de que Eliud ha finalizado 13 de los 20 maratones que ha disputado en menos de dos horas y seis minutos, ni él ni nadie ha sido nunca capaz de bajar de ese tiempo en unos Juegos Olímpicos.

 

¿Por qué? ¿Cómo es esto posible? ¿En los Juegos Olímpicos les obligan a correr descalzos? ¿En el resto de las competiciones les permiten ir en bicicleta?

 

La explicación a este misterio está en la siguiente fotografía.

¿Sabes lo que es una liebre en atletismo?

Una liebre es un corredor cuyo propósito no es ganar la carrera, sino ayudar a otro atleta a que la gane. Son atletas de élite que ponen su esfuerzo y sus piernas al servicio de otro, en este caso de Kipchoge. La liebre va por delante del corredor al que ayuda para marcarle el ritmo adecuado en cada momento, tirar de él cuándo las piernas flojean y cortarle el viento en condiciones adversas.

Bien, pues el día que Kipchoge corrió un maratón en menos de dos horas no contó con una liebre, contó con 41.

Entonces, la razón por la que nadie ha sido capaz de bajar de las dos horas y seis minutos en unos Juegos Olímpicos es que en esta competición no está permitido correr con liebres. 

Es decir, el atleta va sólo.

Sin nadie que le marque el ritmo.

Sin nadie que le corte el viento.

Sin que nadie le arrope en los momentos complicados.

Perdona por el titular de
esta página de ventas

Maticemos

 

El hecho de correr con liebres ¿le resta mérito a los logros de Kipchoge? En absoluto, el tío es un animal capaz de correr durante 42 kilómetros a un ritmo medio de 2 minutos y 53 segundos. Si no sabes hasta qué punto eso es impresionante, prueba a correr durante un sólo kilómetro a todo lo que te dé el cuerpo, observa tu tiempo, compara y entenderás de lo que estamos hablando.

No hay debate, no hay discusión, este tío es muy grande.

Igual que la gran mayoría de los emprendedores, que corren su particular maratón del emprendimiento sin liebres, más solos que Rubiales en una fiesta de Podemos.

Al principio de la página te pregunto “¿A dónde vas tú emprendiendo en solitario?” Y en realidad creo que puedes llegar muy, muy lejos. De hecho, creo que puedes llegar a donde te propongas, y lo creo firmemente. 

Lo cierto es que muchos de mis clientes emprenden en solitario, yo mismo nunca he tenido un socio, y nos va bien. Hemos llegado lejos, muy lejos en algunos casos, insisto… sin liebres.

No necesitamos a nadie.

Somos flexibles, ágiles, viajamos ligeros. Cada decisión, cada acierto, cada error, depende única y exclusivamente de nosotros.

Nos gusta tener pleno control en nuestro negocio, sin nadie que nos toque los bemoles.

Pero…

La libertad implica una gran responsabilidad. Cuando eres el master and commander de tu negocio no caben las excusas, los es que, los pero, los es que yo pensaba, los es que no sabía que

Cuando vuelas solo todos los aplausos son para ti… y también los palos.

Cuando vuelas solo todas las decisiones las tomas tú… también las que nadie querría tomar.

Cuando vuelas solo… vuelas solo, con todo lo que esto implica.

Y la alternativa no es más atractiva, ¿contar con un socio con el que tener que consensuar todo? ¿depender de esa persona? ¿tener que darle explicaciones? ¿verte limitado por un tercero?

No mola.

Lo suyo sería tener a un socio a demanda, cuando lo necesites, cuándo quieras tener la opinión de alguien que sepa más del tema que tu pareja, tu cuñado, tu hermano, tu vecino o tu empleado.

Un socio que entre y salga cuando tú se lo pidas.

Un socio que se implique, pero que no estorbe.

Que opine, pero que no decida.

Que te arrope o te dé una colleja según sea necesario… y que sepa cuándo darte lo uno y cuándo darte lo otro.

Que tire de ti, pero que se retire cuando vayas a cruzar la meta.

El caso es que, si lo deseas, y aunque hasta ahora te haya ido muy bien corriendo en solitario, ese socio puede ser el cerdo que te escribe.

Quiero ser tu liebre 

O mejor aún, quiero ser tu cerdo

 

Quizá ya lo sepas, porque lo he comentado en un sinfín de emails, pero la parte que más me gusta de mi negocio son las consultorías uno a uno. Me flipan. 

 

Y me flipan por tres razones:

1. Porque soy un puñetero cotilla que la goza buceando en los negocios de otros emprendedores.

2. Porque me mantiene activo, alerta, al día y en forma.

3. Porque es el servicio que mejores resultados devuelve al cliente… de largo.

 

El problema es que, a medida que mi proyecto va creciendo, cada vez me cuesta más encontrar el tiempo para dar servicios individuales, pero no quiero renunciar a lo que tanto disfruto, así que hemos ideado un servicio en el que puedo acompañarte mes a mes en las decisiones estratégicas de tu negocio… y también revisando y mejorando el copy de tus contenidos, ahora te explico cómo.

E insisto, ya no tengo tiempo de dar consultorías individuales, así que no vamos a abrir plazas para ese servicio próximamente. La única manera de acceder a mi soporte durante mucho tiempo será, única y exclusivamente, a través de La Pocilga.

Qué es la Pocilga

Pon un cerdo a tu lado

 

La pocilga es un servicio de acompañamiento grupal, exclusivo, limitado a 20 personas, en el que cada 15 días nos reunimos por Zoom, encendemos la cámara, abrimos los micros y hacemos dos cosas:

 

1# En la primera parte de cada sesión respondo a las dudas estratégicas que nos hayan llegado.

2# En la segunda parte reviso piezas de copy de los clientes.

 

El funcionamiento es el siguiente, puedes enviar hasta tres preguntas en cada sesión. Las preguntas deben enviarse 48 horas antes de cada reunión, así las reviso, investigo si es necesario, pienso la respuesta con calma y te doy la mejor solución en vivo.

 

Cuando estamos en directo te respondo a tus preguntas y tú puedes abrir el micro para plantearme tus dudas, comentar la jugada, o debatir sobre el tema. Además, el resto de compañeros que estén en el directo también pueden darte feedback si lo desean y sienten que tienen algo que aportar, de tal manera que no solo cuentas con mi mente pensante, sino que otros emprendedores con huevos en los pelos también aportan su granito de arena.

 

Después, una vez resueltas todas las dudas, pasamos a la revisión de textos, cada mes puedes enviar una pieza de contenido. Los contenidos que reviso son emails, cartas de venta, landing pages, lead magnets, publicaciones en redes sociales, anuncios de publicidad, etc.

 

Es decir, analizo cualquier pieza de contenido que me pases y te propongo mejoras para que convierta mejor, sea cual sea su propósito.

 

Y luego está el tema de la inteligencia colectiva. En La Pocilga no solo recibes opiniones de otros emprendedores, sino que puedes aprender e inspirarte con las dudas, respuestas y revisiones que presentan el resto de compañeros.

Obviamente este servicio no es escalable, cada cliente se lleva un buen pellizco de mi tiempo y quiero que los miembros de La Pocilga tengan la mejor experiencia posible, por eso hemos limitado el acceso a 20 plazas.

 

¿Y el precio?

 

El precio te parecerá un atraco a mano armada… o una ganga. Lo cual me lleva al siguiente apartado.

Para quién es este servicio

Y para quién no, claro

 

El objetivo de La Pocilga, al igual que pasa con las liebres en atletismo, es que vayas más rápido. Que llegues a esa facturación que tienes entre ceja y ceja más rápido, que alcances ese número de suscriptores que te obsesiona más rápido, que la conversión de tus emails y páginas de venta se multiplique más rápido, que tu negocio se convierta en lo que esperas de él más rápido.


La Pocilga es un acelerante.


Lo que no te puedo garantizar es cuánto y de qué manera va a influir este acelerante en tus resultados porque el impacto de este servicio depende, como siempre, más de ti que de mí. Yo soy tu liebre, tu cerdo, el que tira de ti, el que te pone en la dirección correcta y el que te corta el viento, pero tú vas a tener que comerte los 42 kilómetros, eso no te lo quita nadie.


Por eso este servicio no es para todo el mundo, de hecho no aceptaremos a nadie que no esté en condiciones de generar un impacto significativo en su negocio gracias a La Pocilga. Por ejemplo, tenemos gente dentro que ha aumentado notablemente su facturación en estos meses.

 

 Otros no han disfrutado un gran aumento en su facturación (todavía) pero han mejorado su mentalidad, su cartera de productos, el cliente al que se dirigen, su estrategia de ventas, etc. lo cual, inevitablemente, les llevará a mejorar sus métricas en breve.


Ahora bien, lo que puedes llevarte de La Pocilga depende, sobre todo, de tu punto de partida. Si acabas de empezar con tu negocio, no tienes ninguna audiencia, no tienes algunos clientes, tu facturación es anecdótica, etc. Es evidente que en estos momentos no tienes (todavía) los recursos necesarios para entender, aprovechar y aplicar en su máxima expresión los consejos que te pueda ofrecer en las sesiones.

 

Por eso, recomiendo entrar en La Pocilga a:

  • Emprendedores con más de dos años de experiencia en el emprendimiento. No importa si tu negocio actual lo lanzaste hace poco, o si estás pensando en crear un nuevo proyecto, pero tener cierta experiencia es crucial.

  • Emprendedores con audiencias susceptibles de ser monetizadas de inmediato (canal de YouTube, lista de suscriptores, seguidores en redes sociales, etc.). Aquí no entro en cifras porque sería extremadamente relativo, pero tú debes saber si ya estás siendo capaz de rentabilizar dicha audiencia, si ésta está completamente desconectada de tu proyecto, o si apenas tienes gente a la que vender en estos momentos.

  • Emprendedores con el tiempo necesario para asistir a las sesiones en directo o, en su defecto, para ver las grabaciones en diferido (aunque la parte más poderosa de este servicio serán los directos).

  • Emprendedores con el tiempo necesario y la intención de hacer cambios en su negocio. Estar en La Pocilga y no aplicar lo que vemos es tan efectivo como ver vídeos de fitness en YouTube tumbado en el sofá. Si no tienes la firme intención de trabajar en tu negocio te puedes ahorrar los 300 pavos al mes.  
  • Emprendedores a los que no les importe hablar en público de sus proyectos, miedos, debilidades, fortalezas, aciertos, planes y objetivos. Este es un servicio grupal, si lo que buscas es la intimidad de un servicio uno a uno La Pocilga no es para ti.

  • Emprendedores con ganas de abrirse, de opinar, de ayudar, de aprender y de crecer junto al resto de compañeros.

   

Ya sabes a quién recomiendo entrar, ahora vamos con el típico esto NO es para ti si:

 

    • De entrada resoplas al ver el precio y tienes serias dudas (o la total certeza) de que no podrás pagarlo mes a mes sin que cause un estropicio en tus finanzas.

    • Si acabas de arrancar y sientes que estás muy verde (o si no tienes un negocio todavía, claro).

    • Si tu audiencia se reduce a los miembros de tu familia.

    • Si no vas a tener el tiempo de asistir / ver las sesiones.

    • Si eres adicto a las formaciones, pero no a la aplicación práctica de las mismas.

    • Si no quieres que otros emprendedores sepan que tu negocio no es perfecto, o te da miedo que otros te copien.

 

 

Condiciones

Para entrar y para seguir dentro

 

 

Cuando lanzamos La Pocilga en la primera edición pasó algo que no esperaba, abrimos 20 plazas y se agotaron en una hora. Volaron. Lo que iba a ser un lanzamiento de una semana se convirtió en un visto y no visto. 


En esta reapertura vamos a sacar solo diez plazas. No veinte como la vez anterior, diez. Además, sabemos que hay muchos interesados en entrar, así que esta vez vamos a hacer un lanzamiento exprés.


Atiende, la cosa va a ir así.


El lunes 13 de mayo abriremos el carrito a las 10:30 de la mañana y lo cerraremos a las 23:59, o cuando se agoten las diez plazas disponibles, lo que ocurra primero. Es decir, el carrito estará abierto solo el día trece. Si te interesa entrar no te despistes, viendo lo que pasó la vez anterior sospecho que las diez plazas no durarán mucho.


Dicho esto, tenemos un grupo muy majo dentro y quiero que siga siendo así, así que no vamos a dejar que entre cualquiera. 


Pero, para que todo salga como yo quiero tenemos que poner unas condiciones:

 

  • Después de pagar la primera cuota tendrás que rellenar un formulario detallando el estado actual de tu negocio. Vamos a ser muy poquitos y quiero conoceros a todos como si os hubiera dado la teta, así que lo primero es conocer en qué estás metido.

  • Además, al realizar el primer pago se te redirigirá a una página en la que podrás reservar una mini reunión de 15 minutos conmigo. Si no quieres ver mi horrenda cara al otro lado de la pantalla te aguantas, es obligatorio para confirmar tu plaza en La Pocilga.

  • La reunión inicial sirve para valorar y confirmar / desestimar tu candidatura. En el anterior lanzamiento rechacé a dos candidatos, en esta ocasión seré más estricto. Insisto, tenemos un grupo muy bueno y no entrará cualquiera.

  • Si te marchas no vuelves. Así de claro, así de sencillo. No necesito tus 300€/mes y no quiero a nadie que entre con la intención de estar dos meses, enviar todas las dudas que pueda, que le revise sus cartas de venta, y que se pire. 

 

Sobre este último punto… Nos sobran los miembros de quita y pon, de sube y baja, de ahora sí y ahora no, de mete y saca. Si entras es para ser parte de La Pocilga, para implicarte y para convertirte en un caso de éxito del cuál pueda presumir. Si este punto te chirría mejor deja tu plaza a otro.

 

 Más ventajas de entrar en
La Pocilga

Porque esto es solo el principio...

 

La Pocilga es sólo el primer paso de un elaborado plan para dominar el mundo. Al principio empezamos por las sesiones grupales, luego nos vimos en una quedada presencial en Madrid y luego (por sorpresa) los miembros de La Pocilga han tenido condiciones ventajosas en otros productos y servicios, tan ventajosas como (entre otras cosas) que les regalé el curso de El Producto Perfecto, curso que vendemos actualmente por 500€.

Quédate con la idea de que La Pocilga se está convirtiendo en el núcleo duro de mi proyecto, y que esos 20 valientes (o temerarios), tendrán siempre un trato preferente.

Preguntas frecuentes

Vamos acabando que tengo que ir al dentista

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